miércoles, 14 de septiembre de 2016

Uncharted 2: El reino de los ladrones (PS3, 2009)




Versión analizada: PS3
Otras versiones: PS4 (remasterizado y sin online)

Apenas dos años después de su primera entrega en PS3, la saga Uncharted volvía... y de una forma que nadie habría podido prever. Tras un juego correcto y mínimamente entretenido, Naughty Dog decidió sacársela por completo y dejarnos con la boca abierta para confirmar que Nathan Drake iba a ganarse para siempre nuestros corazones. ¿Que a la primera no lo había conseguido? Estaba claro que subestimar el buen hacer de los creadores de las tres primeras entregas de Crash Bandicoot y de la trilogía de Jak & Daxter en PS2 era un craso error.

Y Uncharted 2: El Reino de los Ladrones es la prueba más clara de ello: no sólo deja en pañales a su predecesor, sino también a muchos de los juegos del género. Es grande, espectacular, tiene un ritmo frenético y es mucho más largo. Pero todas estas bondades no sacan lo mejor de un título que tiene como mejores bazas infinidad de momentos memorables para cualquier jugón que se precie.




Y uno de ellos es su comienzo, para más señas: Nate está sobre el vagón de un tren, colgando de un precipicio y malherido. ¿Cómo ha podido llegar a una situación tan desesperada? Tendremos que escapar de forma casi inhumana del convoy para retroceder, a modo de flashback, varios meses antes, cuando a nuestro protagonista le ofrecen una oferta difícil de rechazar: atracar un museo en Estambul para obtener un objeto que podría allanarles el camino hasta el mítico reino de Shambala...

A partir de aquí, podéis prepararos para una historia épica, emocionante y, esta vez sí, con un villano a la altura. U2 no tiene un guion digno de Oscar, pero lo compensa gracias a personajes maravillosos (Nate, Elena y Sully repiten, y se unen al reparto la misteriosa Chloe, el temible Lazarevic o el traicionero Flynn) y a un ritmo de juego vertiginoso y que va a más durante toda la aventura.


Drake se embarca en una espectacular aventura en busca de la mítica ciudad perdida de Shambala. Por el camino, tendrá que lidiar con todo tipo de peligros y enemigos que nos complicarán mucho las cosas.

Para superar las diversas y difíciles situaciones en las que nos pone el juego, Nathan cuenta con un arsenal aún más variado, con rifles de francotirador, lanzacohetes, escopetas, armas recortadas, granadas... que nos ayudarán a acabar con los numerosos enemigos en las diversas fases. Enemigos que, por otro lado, cuentan con una IA muy depurada y que no nos pondrán las cosas fáciles en ningún momento, buscando nuevas tretas para alcanzarnos con las balas, moviéndose sigilosamente para atacar por sorpresa... 

Pero no todo es disparar en U2: las plataformas siguen siendo un factor importantísimo y ahora llevan nuestros nervios hasta el límite: las situaciones que debemos sortear para no caer son espectaculares y vertiginosas, y tampoco faltan algunos ingeniosos puzzles en los que tendremos que usar un poco la mollera y que nos ofrecen algunos momentos de tranquilidad. Un sosiego que, una vez que acaba, se convierte en frenesí.


La trama nos presenta a nuevos personajes, mejor desarrollados y con personalidades bien marcadas. Eso sí, el tono divertido y mordaz no desaparece.

Porque en U2, en la variedad y la adrenalina está el gusto: que si tenemos que atravesar un tren en marcha mientras nos ataca un helicóptero, que si ahora toca escalar una montaña y enfrentarnos contra "bigfoots" malditos, que si tenemos que huir entre tiroteos en una aldea perdida en el Himalaya mientras un tanque intenta borrarnos del mapa... Y me he dejado lo mejor, que llega justo al final. Indescriptible.

Y es que nos encontramos ante un juego cuyo equilibrio reside en hacer que el jugador sienta una experiencia más allá de lo jugable. U2 es una locura constante, un cúmulo de emociones que se alargan durante unas 15 horas (sin exagerar) y cuyos secretos y desbloqueables harán que lo rejuegues una y otra vez. Porque, aunque su duración es muy notable, es tan intenso que te dejará con ganas de mucho más...


La variedad de situaciones y lo trepidantes que resultan dejan en cueros el trabajo del primer Uncharted. Parecen juegos de franquicias distintas. 

Para que la inmersión en la aventura sea tan impactante, Naughty Dog se surte de un apartado gráfico que deja en pañales al de su antecesor, con parajes muy diversos, grandes y repletos de detalle, así como un modelado de personajes muy currado y nuevas e increíbles animaciones. Y eso por no hablar de los efectos, como las explosiones, el humo, las inclemencias del clima... Una auténtica pasada.

Respecto al sonido, más de lo mismo, porque es otro apartado que se ha cuidado al máximo: la banda sonora es épica y se torna precisa y muy acorde a las muchas situaciones que tenemos que superar. El doblaje al castellano, ya muy cuidado en la primera entrega, es sencillamente maravilloso, con Roberto Encinas repitiendo como Nathan y con nombres destacados como Pablo Adán (Sully) o Lorenzo Beteta (Flynn), y los efectos están a un nivel escandaloso. De matrícula.


Si bien es cierto que, posteriormente, muchos juegos superaron su apartado gráfico (mención especial a Uncharted 3 y a The Last Of Us, ambos de Naughty Dog), el de esta entrega sigue manteniendo el tipo de forma magistral. Ojo a la belleza de algunos escenarios...

A la ya mencionada rejugabilidad (tienes varios modos de dificultad y multitud de recompensas y secretos que descubrir durante la aventura), U2 guarda un inmejorable as en la manga... mientras tengas la versión original de PS3, porque la remasterización en PS4 se ha "olvidado" de este genial añadido: un multijugador lleno de opciones de personalización, mejora de armas, mapas y modos de juego. 

Si bien U3 elevó esta faceta a un nuevo nivel, lo cierto es que pocos juegos pueden presumir de un multijugador online tan completo y divertido, con partidas clásicas de cazatesoros, de peleas por equipos, de todos contra todos... Los modos estrella son, sin ninguna duda, los cooperativos, donde, junto a un amigo, podremos revivir algunos de los mejores capítulos del juego mientras adquirimos experiencia y nos ayudamos para acabar con todo bicho viviente. 


Si tienes ganas de más después de haber superado la aventura, te esperan muchas horas compitiendo en una notable variedad de modos online. El cooperativo es un puntazo...

Nos encontramos, pues, ante un juego extraordinario y que aún sigue impactando gracias a sus múltiples y extraordinarios méritos. No sólo es uno de los mejores juegos de la anterior generación, sino que supera, por mucho, a un buen puñado de los de la nueva. Pocas veces se puede presumir de juntar de forma tan efectiva y espectacular un puñado de géneros y llevarlos a unas cotas tan altas de genialidad y diversión. Una montaña rusa de emociones de principio a fin y uno de los imprescindibles de PS3.

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LO MEJOR: todo: las nuevas armas, la variedad y espectacularidad de situaciones, el ritmo, los impresionantes gráficos, la banda sonora, el doblaje... A su lado, el original parece un juego del montón. Y luego tienes el multijugador, divertidísimo...

LO PEOR: es demasiado lineal, alguna animación poco pulida y una historia que, a pesar de tener un tono más serio, es un manual de tópicos del género. 


VALORACIÓN: 96/100. Una experiencia alucinante, tanto en lo jugable como en lo visual, y con un ritmo de juego que roza la perfección. Obra maestra.

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