sábado, 21 de marzo de 2015

Red Dead Redemption (PS3, 2010)


Versión analizada: PS3
Otras versiones: PC, 360

"Somos nuestro pasado, Srta. MacFarlane, y no hay nada que pueda cambiar eso".

Hace ya tiempo que quería debutar en este blog, pero muchos factores como mi escaso tiempo y mi eterna vaguería han retrasado ese hecho*. Pero espero escribir con cierta asiduidad, por lo menos cada mes.

(*Al habla Obli: los mismos factores se me pueden atribuir a mí como jefe y revisor de contenidos, que tardo mil años. Perdones pido)

Los vaqueros han sido protagonistas en la literatura y en el cine. Los americanos han tenido la creatividad de construir un mundo aventurero que desata nuestra imaginación a partir de bandidos, asesinos y el confinamiento de las tribus indias en reservas. El mundo del videojuego no se ha mantenido al margen. Hay muchos ejemplos, incluyendo el Red Dead Revolver de 2004. Este juego tuvo tanto éxito que cinco años después Rockstar decidió sacar un juego similar, no siendo exactamente una secuela. No solo no decepcionó, sino que se convirtió en uno de los estandartes de esa generación de videojuegos que empezó a salir tras 2010.

La historia se centra en John Marston, un hombre que es chantajeado por el todavía embrionario FBI, que ha raptado a su familia. Para rescatarla, tiene que encargarse de sus antiguos compañeros de la banda, con los que no acabó muy bien. La tarea le llevará a enfrentarse a bandas de cuatreros y tribus indias, y a participar en una revolución mejicana, entre muchas otras cosas.



La historia está tratada de forma magnífica. Como ejemplo, el prólogo es una cinemática en la que nuestro protagonista viaja en un tren, y mientras vemos los créditos se intercalan conversaciones de distintos personajes que te ponen al día de la situación del oeste. Los diálogos están muy cuidados, el guión es excelente y hasta las historias secundarias dan un detalle más a la trama central.

Los personajes son oscuros, duros y con cierta dosis de cinismo o locura. Tenemos a una ranchera luchado por prevalecer en un mundo de hombres, un falso héroe mejicano, un irlandés borracho, un médico estafador y un buscador de tesoros que prefiere la compañía de los muertos. Y hay una legión de secundarios que forman un mundo rudo, polvoriento y violento que a su vez es bello y que es muy disfrutable cuando cabalgas por el desierto.

Pero el alma es John Marston, un asesino que se ha cansado de su vida y solo quiere volver a una vida pacífica junto a su mujer y su hijo. Encarna a la perfección al hombre del oeste. Rudo, desconfiado con los que dicen ser la autoridad, sarcástico y también con una ligera dosis de piedad.
 


Hay varias similitudes con otros juegos de Rockstar. Las más evidente son con la archiconocida saga de GTA. Es un juego no lineal, donde el jugador tiene absoluta libertad de acción, aunque las acciones tienen consecuencias, ya que ganas o pierdes honor. Hay muchas similitudes con el GTA IV aunque el Red Dead Redemption consigue tener su propia personalidad y ser capaz de superar, tanto en mapa, en gráficos y en jugabilidad, a la niña mimada de la compañía. Y lo hace con  sus mismas armas, solo que más optimizadas.

En lo referente al apartado gráfico, el juego consigue hacer un muy buen trabajo. Se utilizan los motores gráficos Euphoria Physics y Rockstar Advanced Game Engine. Los personajes han sido cuidados en su diseño, detallados hasta en sus cicatrices. Incluso los animales están bien trazados. Todos los elementos son interactivos y se verán afectados ante balazos o el movimiento de los personajes. La carga del mapa, que es muy extenso, funciona sin apenas problemas.

El control es bastante clásico, pero incluye grandes avances, como la posibilidad de marcar a tus enemigos para encadenar una rápida cadena de disparos, además del Dead Eye, similar al Bullet time del Max Payne, de Rockstar también; esto es, una cámara lenta en la que tienes tiempo para apuntar mejor y antes de tus contrincantes. Todas estas características hacen que los tiroteos sean una autentica pasada.



Las misiones principales son numerosas pero no son excesivamente variadas. Casi la mitad de las misiones van de escoltar algo, ya sea un tren, un personaje o un carruaje, lo que lleva a pensar si este juego es de vaqueros o de guardaespaldas; cuando las misiones varían te dedicas a rescatar prisioneros, robar armas y asaltar fortalezas con una ametralladora, sazonadas con algunas más cotidianas como disparar a cuervos para proteger a un granero (posiblemente sea la misión que más te desespere, aunque parezca mentira). Hay que señalar, eso sí, el gran número de misiones secundarias u otras acciones como emborracharte, jugar al póquer o el blackjack, cazar o participar en duelos con desconocidos.

Otro gran punto a su favor es el gran uso de sonido en explosiones, conversaciones, relinchos de caballos y una gran banda sonora con muestras tan bellas como esta. No hay doblaje, como la gran mayoría de los juegos de Rockstar, pero se le perdona por la gran calidad de las voces en inglés, destacando la grave y raspada voz de Rob Wiethoff como John Marston. Eso sí, chirría un poco cuando en México se cruza el español con el inglés.

No he tenido oportunidad de jugar demasiado al modo multijugador pero sí a la expansión Undead Nightmare donde el mundo del salvaje oeste será invadido por los zombies. Suena absurdo, pero consigue que sea algo curioso y divertido, y no una gilipollez que se le ocurrió a alguien para sacar pasta.

Me despido pero antes quiero mencionar sin spoilers que el final del juego es una maravilla. Es uno de los mejores finales de videojuego que he visto, incluyendo muertes muy dolorosas y escenas épicas y de gran carga dramática.

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LO MEJOR: Una gran historia. Un mundo perfectamente construido con libertad para interaccionar con él.

LO PEOR: Misiones divertidas pero repetitivas.

NOTA: 95/100. Un título imprescindible de la PS3.

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