jueves, 9 de febrero de 2017

Metal Gear 2: Solid Snake (PS2, 1990)

 


Esta reseña fue escrita originalmente por Spiegel a finales de marzo de 2015. Su retraso en la publicación se ha debido a problemas técnicos y comunicativos internos (aka. "el redactor jefe es un inútil y no cumple con su trabajo de revisión y planificación"). Pedimos disculpas en caso de detalles que puedan parecer anacrónicos o desactualizados.

Versión analizada: PS2

Otras versiones: MSX2, MSX2+, PS3, PSVITA, XBOX360, Consola Virtual de Wii

Han pasado cuatro años desde que Solid Snake reventase Outer Heaven y el mundo se enfrenta a una crisis energética debido a la escasez de petróleo. Sin embargo, el doctor checo Kio Marv ha conseguido desarrollar un microorganismo, el OLIX, capaz de refinar el poco crudo que queda de modo que el petróleo obtenido cunda más y por lo menos asegurarnos el futuro a corto plazo... hasta que la nación de Zanzíbar lo secuestra. La OTAN decide enviar a un solo soldado armado con un paquete de cigarrillos a infiltrarse en dicha nación y rescatar al doctor Marv junto con la información de su proyecto. Solid Snake de nuevo se tiene que enfrentar él solo (apoyado por radio) a toda una nación.


Lo primero que salta a la vista es que el apartado gráfico y la interfaz han sufrido una remodelación completa. Si el primer Metal Gear era un juego de por sí grande y colorido, esta secuela lo es aún más. Los escenarios están muchísimo más detallados y la variedad abunda. La aventura de Solid Snake en Zanzíbar es una de las más completas en cuanto a localizaciones: hay bosques, pantanos, laboratorios, prisiones, compactadores de basuras, desiertos… todos detalladísimos y llenos de color. Por otro lado, en materia de interfaz, tenemos la inclusión de un radar que nos muestra una rejilla de 3x3 con la pantalla en la que nos encontramos en el centro, lo que nos viene de lujo para poder tener un cierto grado de anticipación a los movimientos del enemigo. El apartado sonoro, que en el primer juego no era demasiado variado, en esta secuela es muchísimo más amplio y depurado.

"Cucú, tras tras".

Lo segundo que se nota es que las habilidades de Snake han sido aumentadas considerablemente. Por primera vez en la saga podemos agacharnos y reptar para alcanzar lugares angostos o escondernos de los enemigos bajo camiones y sitios recónditos. Podemos también golpear las paredes para producir ruido y provocar que los guardias se alejen de sus rutas de patrulla para investigar, dejando el camino libre para nuestra infiltración.

La premisa sigue siendo la misma que la del juego anterior: pasa desapercibido y utiliza las armas en caso de extrema necesidad. Sin embargo, donde este Metal Gear 2 se destaca respecto a su entrega anterior es en la abrumante variedad de situaciones y la ruptura de la cuarta pared. Aquí el señor Kojima consiguió colocar en el juego una serie de elementos completamente novedosos para la época. Por ejemplo, si bien es cierto que en la época de Metal Gear 2 se recurría a adjuntar un código aparte para poder jugar y así evitar la piratería, en este juego ese sistema se integra en la propia narrativa en la versión MSX, algo que se perdió en las reediciones. O por poner otro ejemplo, un personaje de apoyo en ocasiones nos recomendará esperar media hora después de comer antes de ponernos a jugar. Son pequeños detalles que logran una verdadera conexión del juego con el jugador, que se siente parte del mundo que Kojima ha creado. Metal Gear 2 además marcó un precedente en la serie, de forma que una gran parte de las situaciones de este título tienen su réplica en entregas posteriores (hay cierta llave que cambia de forma según la temperatura, por ejemplo).

Otro aspecto a destacar son los enfrentamientos contra los enemigos finales. Hay enemigos finales muy clásicos, y otros de la talla de un helicóptero que debemos derrotar utilizando la pantalla del radar para saber dónde está. Tenemos también un enemigo que huirá de nosotros, y cuyo camino habremos de minar para derrotarle, o un enemigo invisible, por lo que tendremos que guiarnos por el ruido que hacen sus pasos al caminar por superficies metálicas. Otro, por su parte, se oculta entre la maleza, siendo necesario fijarse en el movimiento de las plantas para derrotarlo. Sin embargo, todos estos enfrentamientos palidecen frente al combate final, que nos obligará a ser lo más ingeniosos posibles.
 
Solid Snake lo peta SIEMPRE.

Por el contrario, como cosas malas tenemos el excesivo backtracking (el juego se desarrolla en dos edificios y en más de una ocasión habremos de volver a alguno de ellos a por un solo objeto) y que el control pueda resultarnos algo tosco. Sin embargo son dos pequeños detalles que simplemente empañan un poco el resultado final, que sin duda es sobresaliente.

---------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: La ruptura de la cuarta pared. Los jefes. Las nuevas habilidades incorporadas a Snake. La cantidad de nuevas situaciones, que además están inspiradísimas.

LO PEOR: El backtracking. La tosquedad del control hasta que nos acostumbremos. La traducción de la versión PS2 la hizo el gorila yonki amigo del orangután drogado que realizó la traducción del primer Metal Gear.

NOTA:

Como Juego:95/100

Como Metal Gear: 100/100

CONCLUSIÓN: Si el anterior Metal Gear servía de curiosidad o para los fans acérrimos, este, por el contrario, es imprescindible tanto por la innovación que supuso como a nivel argumental. Que lo juegues, vamos.


BONUS TRACK: Si bien la versión de MSX contaba con las caras de actores y personajes conocidos para darle la vida a los personajes en la pantalla de radio, en la versión PS2 fueron modificadas para adaptarse a los cánones de la saga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario