Versión analizada: PC.
Otras versiones disponibles: PlayStation 1.
El retorno de Insert Coin, y lo que es más importante, el retorno mío a Insert Coin, tiene que ser un acontecimiento tan grande como el beso de Aiteda o los memes de Maradona medio drogado en el Mundial de Rusia, ambas referencias que serán olvidadas de aquí a 12 meses. El destino ha querido que reseñe un juego de cricket, un pseudodeporte británico colonial del que conozco aproximadamente nada.
El cricket es algo así como el béisbol, en el sentido de que hay alguien lanzando pelotas a un señor con un bate, y el señor tiene que atizar a la pelota y salir corriendo. En este caso tengo entendido que no corre alrededor del círculo, si no que va por una callecita desde su puesto de bateo a una especie de estructura de tres palos que sujetan unas cositas, y que si tiras las cositas con tu strike pues ganas puntos o algo por ese estilo. Es una mezcla de juego de feria, deporte de caballeros y un complicado ritual del té que puede durar horas o incluso días.
Mi afición a los juegos de deportes es tal que ni siquiera es este mi primer juego de cricket. Ese título sería para el escandalosamente aburrido Don Bradman Cricket 14, donde lo imposible de golpear una bola y lo complicado de las reglas y los controles lo hacen una experiencia prácticamente tortuosa. Pero EA Sports sabe hacer cosas entretenidas, e imagino que en el año 2000, querer ofrecer un juego que represente de forma exacta lo anodino del regio juego del cricket no era una de las prioridades.
Tras una introducción que desde luego no resalta cualquier cualidad entretenida que pueda tener el cricket, nos enfrentamos a un menú principal que automáticamente nos transporta a otra época
Abandon hope all ye who enter here... |
Cabe la posibilidad de que ese texto tan glitcheado sea consecuencia de la copia que he usado para jugar, pero me gusta imaginar que ese era el diseño inicial de la pantalla, algo sacado del Necronomicón. Como soy inexperto, lo primero que he hecho ha sido irme a World Cup Rules, que ha resultado ser un tocho de texto en el que me cuentan con todo lujo de señales el funcionamiento de la copa mundial de Cricket de 1999, pero con la letra esta de grimorio medieval. Francamente, no me lo voy a leer.
Voy directo a un India-Pakistán, que en el cricket es como un Argentina-Brasil de fútbol, pero con más mortalidad infantil. Saltemos al verde.
La gente se reúne en el estadio de Calcuta para ver a dos potencias mundiales (del cricket) verse las caras en un apasionante partido (de cricket). Se echa a cara o cruz quien batea primero, y a comenzar.
La jugabilidad se decanta por el minimalismo: dos botones de ratón, al que he escogido como control principal. En ataque, sitúas a tu jugador en la zona de bateo con una lentitud desesperante, mientras viene desde fuera de pantalla un loco, un degenerado, del equipo contrario, a tirarte una pelota con todas sus fuerzas. Hay que sincronizar bien tu posición con el bote del lanzamiento, y clicar el botón justo cuando debes, para mandar la pelota a tomar viento fresco.
Los primeros diez intentos fueron fracasos absolutos en los que la pelota avanzó quizá dos metros y la carrera de mi jugador se fue interrumpida en segundos por el derribo de los palitroques esos. Saber dónde colocar al moñeco para optimizar la fuerza del bateo es una tarea imposible. Y sin embargo, a veces, ocurría el milagro.
¡Vuela pajarito! |
Iba siendo hora de probar cosas nuevas, porque tu equipo pasa un tiempo exagerado bateando hasta que le toca lanzar. Una opción es empezar la carrera aunque el bateo haya sido nefasto, y confiar en que la inutilidad crónica de los contrincantes les haga fracasar a la hora de derribar los stumps aunque se encuentren a centímetros. Otra es lo que yo llamo el golpe defensivo, que consigue en dejar el bate estático y rezar porque la pelota impacte con suficiente fuerza que el rebote la mande a freír espárragos.
Cuando fue el turno de Pakistán para batear, bueno...
Como quien mea, casi manda la pelota a Bangladesh. |
Y así lanzamiento tras lanzamiento tras lanzamiento, y sin ningún respeto por la vida humana, la IA de Cricket 2000, en nivel "VERY EASY", te hace estas cosas cuando tu has conseguido sacar la bola del rectángulo una vez de veinte. Y teniendo en cuenta que esta entrada no termina hasta que los diez o doce jugadores han sido eliminados, veo probable que los pakistaníes me anoten 500, 700, 1000 puntos (si supiera cómo funciona esto de puntuar, claro). Y es por esto que los partidos pueden durar una semana.
Afortunadamente, hay una winning condition que ignoraba, y es que si mandas la bola fuera del terreno de juego, ganas automáticamente. Así que a Pakistán le costó poquito dar el juego por terminado con un chupinazo extraordinario. Es un poco como la snitch dorada, que da casi igual la puntuación que lleves, lo importante es mandar la pelota a tomar por culo. Así que nunca sabré si tuve alguna oportunidad de ganar.
Antes de darme por vencido, solo me queda algo que probar: jugar con el teclado. Tal vez sea más fácil. O tal vez no. Pero tampoco puedo hacer un artículo tan corto.
El resultado es ligeramente mejor, pero por muy poquito. El jugador se dirige más rápido a la drop zone, pero a la hora de batear, es imposible saber exactamente si le vas a dar bien o si le vas a dar con una suavidad muy poco competitiva. Y cuando consigues mandarla más de quince centímetros allá, la velocidad con la que los dos jugadores corren de un extremo a otro es supongo la adecuada para ir a recoger las bolas de una partida de petanca, no sé si tanto la de una competición a muerte en un deporte tan intenso como es este.
El juego es una mierda. Injugable. No vale ni para calzar un taburete.
LO MEJOR: Dentro de lo que cabe, los gráficos son pasables.
LO PEOR: No hay manera de jugar más allá de un arduo ensayo y error que desesperará a aquellos que no disfruten del cricket. Es decir a todos los seres humanos de la creación.
VALORACIÓN: 25/100. Levantar la tapa. O lo que sea.
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