viernes, 29 de abril de 2016

God of War: Ghost of Sparta (PSP, 2010)



Versión analizada: PSP
Otras versiones: PS3 (versión HD)


Hace ya algunas semanas que analicé el que fue, en su momento, un juegazo con mayúsculas y exclusivo del catálogo de PSP: God of War: Chains of Olympus. Y es que era capaz de capturar la magia de las entregas de PS2 hasta el punto de hacernos disfrutar de una breve pero muy divertida y espectacular aventura, con un apartado técnico de ensueño y una historia más que correcta.

Pero la segunda y última adaptación de la saga de Sony Santa Monica juega en otra liga. Ghost of Sparta es, quizás, uno de los tres mejores juegos de la ex-portátil de Sony, una maravilla visual y jugable, un tesoro algo más largo que su predecesor, muchísimo más intenso y con una trama que, esta vez, está completamente a la altura.




La aventura da inicio justo tras los acontecimientos del primer God of War: Kratos acaba de matar a Ares, pero siente que su vida no tiene sentido y que las visiones y los ecos del pasado vuelven a llamarle. Esta vez respecto a su hermano Deimos, al que creía muerto, embarcándose en una épica búsqueda por diversos lugares del universo mitológico griego que sacará a la luz la historia de los orígenes del asesino de dioses.

En esta nueva entrega, la búsqueda de Kratos le llevará hasta la ciudad de Atlantis, que, como os podéis imaginar, experimentará de la peor forma posible la cólera del espartano...

Uno de los aspectos más acertados y destacados de la trama es que une de forma genial la incongruencia entre los dos primeros God of War: aquí descubriremos por qué Kratos cambia tanto su personalidad en el inicio del segundo juego, convirtiéndose en un dios de la guerra aún más despiadado que Ares, y las razones por las que su odio por los habitantes del Olimpo (y viceversa) se acrecientan cada vez más.

La epopeya de Kratos es esta vez mucho más disfrutable que en su anterior entrega, con todo lo que ello conlleva: las situaciones repentinas y los "quick-time events" más locos aparecen cada dos por tres, tenemos nuevas y poderosas armas para superar todos los obstáculos y el ritmo y las situaciones hacen de la aventura algo glorioso. Como en las anteriores entregas, se siguen combinando acción, plataformas y puzzles (bastante sencillos) de forma muy inteligente, lo que unido a secuencias de lucha geniales, muchos más jefes finales y una trama que se convierte en una auténtica montaña rusa, redondean un producto sensacional.

Hay una mayor variedad de enemigos respecto a Chains of Olympus, y las formas de rematarlos son ahora más salvajes y brutales que nunca. 

El catálogo de armas también crece, pudiendo dar un extra de potencia a las espadas de Atenea, utilizando agujeros de perdición (Azote de Erinias) o teniendo la posibilidad de congelar a nuestros enemigos... Todo ello con el mismo sistema de mejoras (a base de orbes rojos) y combos de siempre, aderezado con nuevas opciones y con una espectacularidad realmente lograda y que supera por mucho a Chains of Olympus. Ahora las muertes son más creativas y divertidas, el número de enemigos aún más variado (medusas, cíclopes blindados, soldados malditos, guerreros atlantes, minotauros y un larguísimo etcétera) y las posibilidades en el combate, superiores. ¿Se puede pedir más?

Los enemigos finales, como ya he apuntado, son una constante, pero es que además los enfrentamientos son doblemente épicos. Hay secuencias de vuelo, ataques finales devastadores, cambios de escenario... Todo ello hace que la experiencia sea prácticamente la misma que en la de una consola de sobremesa. Por si fuera poco, el preciso control ayuda a que los combates sean fluidos, llenos de alternativas y muy divertidos.

Los enfrentamientos contra los jefes finales son una auténtica PASADA, y capturan de forma perfecta la esencia que los hizo grandes en PS2.

Técnicamente, nos encontramos ante uno de los pocos juegos que puede presumir de haber explotado el hardware de PSP al máximo. No se le puede poner ningún, repito, NINGÚN reproche al derroche de calidad gráfica dispuesto por los chicos de Ready at Dawn, que supieron pulir todo lo mejorable en Chains of Olympus para ofrecernos entornos muy detallados, modelado de personaje de matrícula, efectos increíbles, modelado y animaciones de personajes espectaculares... Y todo esto sin hablar de las secuencias de acción, de los vídeos de la trama (una gozada), de la espectacular banda sonora y del siempre brillante doblaje al castellano (aunque, como siempre digo, una voz algo más contundente para Kratos lo bordaría).

He tenido la suerte de disfrutar de esta entrega tanto en PSP como en PS3 (en God of Collection: Volumen II), y lo cierto es que, pese a las limitaciones de la portátil respecto su hermana mayor, las sensaciones siguen siendo sobresalientes. Vale que en PS3 tenemos una conversión en HD realmente brillante, pero, ¿no sigue pareciendo bestial que un juego con semejante parcela gráfica y jugable haya sido concebido para las limitadas características de PSP?

Gráficamente es sublime, impecable, la excelencia pura de PSP en este apartado junto a Metal Gear Solid: Peace Walker.

Una auténtica lástima que esta obra maestra con mayúsculas siga pecando de tener una aventura corta (8 horas como mucho, si no vas a saco a por los secretos), aunque después nos quedan una buena cantidad de extras desbloqueables, el insano modo Dios, los desafíos de los dioses, muy divertidos, y la novedad de la arena de combate, donde ajustaremos las reglas de juego para entrenarnos en entornos frente a hordas de enemigos mientras, de paso, conseguimos llenar nuestro contador de orbes rojos.

En resumen: si no lo jugásteis en PSP y tenéis una PS3... yo no me pensaría mucho el poder pillarme una de las mejores aventuras portátiles jamás creadas. Es insano, es una burrada visual, nos sumerge en una epopeya apasionante y no ofrece ni un segundo de respiro. Tiene un balance de dificultad adaptable para todo tipo de jugadores, un apartado sonoro de matrícula y algunas secuencias jugables que, hasta ese momento, parecían imposibles en una consola como PSP. Y sí, es verdad que es corto, pero también es rejugable hasta decir basta. Una experiencia obligada para el jugador más exigente y uno de los mejores juegos de todo el catálogo de la portátil. Así de simple.

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LO MEJOR: todo: jugabilidad, gráficos, sonido, doblaje, historia, variedad, diversión...

LO PEOR: que no dure el doble.


VALORACIÓN: 96/100. La aventura definitiva portátil de Kratos. Es demasiado buena para ser verdad.

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2 comentarios:

  1. Buena crítica pero conmigo hubiera sido más divertida. Piensa que hubiera contado como quemaba atlantes y como me cargué al rey Midas.

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    1. Compréndelo, la que he hecho la he centrado más en la versión de PSP... A ti en parte te envidio, a lo sumo: trofeos, un HD limpísimo y un control algo más cómodo. No me lo tengas en cuenta :D

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