Versión analizada: PS4
Otras versiones: PS3, PC, XBOX 360, XBOX ONE
-Una poderosa mujer con una antorcha, cuya llama es el relámpago aprisionado y su nombre es Madre de los Exiliados. Dadme a los rendidos, a los pobres, a vuestras masas hacinadas anhelando la libertad. El desamparado desecho de vuestras playas. Enviadlos, a los pobres, a los arrasados, enviádmelos.
Es difícil decir que género es el más característico de los videojuegos y cada uno tendrá su opinión. Quizá desde fuera el shooter sea uno de los más reconocibles. Un arma controlada por un mando y muchos disparos y muertos es una de las representaciones más clásicas de videojuegos en otros medios y bastantes de los prejuicios vienen de él. No hay tiroteo en Estados Unidos que no es relacionado con un videojuego de disparos o con música extrema.
El shooter tiene su historia, en la que grandes juegos como Doom o Wolfenstein han marcado de forma decisiva la evolución de un género. Primero con su condición de pioneros y luego con la evolución con sus reboots y secuelas en entregas tan disfrutables como Wolfenstein: The New Order, un juego que bebe de los clásicos y que no esconde su gusto por los disparos y el gore. Vale, los tiempos han cambiado y se ha introducido una historia con pretensiones, pero si jugamos a Wolfenstein es porque queremos disparar sin freno a nazis. Y vaya si lo vamos a hacer.
Tras un fallido asalto a la fortaleza nazi del doctor Calavera, William Blazkowicz se despierta de un coma en un hospital mental polaco en 1960. La guerra ha acabado y los nazis han ganado gracias a las armas desarrolladas por Calavera. Solo queda una resistencia pequeña y escondida en las cloacas con gran parte de sus miembros están encerrados en prisiones y campos de concentración. Sin embargo, un soldado como Blazkowicz no se va a quedar de brazos cruzados recordando su fracaso, sino que se pondrá manos a la obra y se lo hará pagar a los nazis. Incluso cuando ellos tienen robots gigantes en sus filas.
Wolfenstein nos ofrece una ucronía poderosa, con un régimen nazi que controla el mundo con puño de hierro y que han conseguido una gran potencia de fuego gracias a todo tipo de robots que aniquilaron a los ejércitos aliados. Blazkowicz, junto a la enfermera polaca Anya, buscará lo que queda de la resistencia contra los alemanes y preparará el ataque contra las armas nazis y su archienemigo Calavera. Sin embargo, la tarea es titánica.
La historia - de duración aproximada de 15 horas - ha sido cuidada lo suficiente para dejar poso y resultar interesante. No es solo ir habitación a habitación disparando sino que hay unos personajes desarrollándose, secuencias truculentas y monólogos internos algo idos de olla. El argumento gira en torno la búsqueda de la libertad y nos llevará por todo tipo de escenarios como prisiones, un puente destruido, pasos fronterizos, la Londres nazi y hasta la mismísima Luna.
La pesadilla de Churchill |
Wolfenstein: The New Order nos recuerda a ese mundo previo a Call of Duty y multijugadores varios. Es un shooter en primera persona que se nota su regusto a clásico. Sabe donde innovar, pero a fin de cuentas el juego es de un hombre contra todo un ejército y que vence empleando toda la violencia posible. También nos enfrentamos a poderosos enemigos finales que nos harán que lo pasemos canutas Y es muy disfrutable, el juego tiene distintos niveles para graduar la dificultad y ser rejugado para que exploremos el mapa en busca de coleccionables (algunos son tan curiosos como discos de The Beatles en alemán de esta realidad ucrónica) e incluso la historia ofrece dos caminos diferentes aunque no difieran en lo verdaderamente importante.
Gráficamente el juego se defiende. Es un juego que sabe usar lo visual, y los personajes y escenarios están muy bien definidos y currados. Pero es cierto que no sorprende ni impresiona por su talento gráfico, y alguna vez las texturas fallan. En realidad es por sacarle peros, porque es bastante solido y ofrece buenos momentos donde podemos deleitarnos. Donde sí que destaca más es en el sonido de ambiente y el uso muy inteligente de la banda sonora, capaz de crear momentos épicos. Cabe destacar la ausencia del modo multijugador, que bueno, se lo quede el Call of Duty y el Fortnite.
Wolfesntein: The New Order es un juego devastador y muy divertido. Gracias a él, la saga ha vuelto a los tiempos modernos y hacerse un hueco frente a los Call of Duty o Battlefield de turno, sacando ya varias entregas. Bethesda tiene dos joyas del género para explotar con Wolfenstein y Doom que son como los viejos rockeros: nunca mueren. Y los jugadores que queremos disparar sin freno lo agradecemos.
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LO MEJOR: Una experiencia loca tanto por la historia como las posibilidades de disparar como un maníaco contra nazis.
LO PEOR: No es sutil, pero no es un problema para mí
NOTA: 84/100
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LO MEJOR: Una experiencia loca tanto por la historia como las posibilidades de disparar como un maníaco contra nazis.
LO PEOR: No es sutil, pero no es un problema para mí
NOTA: 84/100
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