Versión analizada: PC.
Otras versiones: Ninguna que yo sepa.
En Insert Coin no somos precisamente los redactores más frecuentes, pero cuando nos ponemos, nos ponemos. Hoy traigo una joya del décimo, undécimo, duodécimo arte; uno de esos juegos que viene listos a revolucionar todo paradigma de la simulación virtual combinando el morbo de los bajos fondos de una ciudad como podría ser Badajoz con el realismo atroz de Jonas Mekas en tu cara, chaval. Esto es una fantasía, una sátira del sistema, una delicia con el nombre de Metro Sim Hustle. Cada una de las palabras de este título es una puñalada en el núcleo del corazón de este amante del ratón y teclado: Metro porque eres un maquinista de metro. Sim porque no lo eres en la vida real. Hustle porque los conductores están fatal pagados y se ven obligados a menudo a adoptar pluriempleos en campos tan variopintos como el tráfico de drogas o la prostitución. Esto está pasando.
Vamos al filo de la noticia, porque esto salió como antes de ayer, y ya lo tengo fresquísimo. Todavía ni lo he abierto. Sabéis que la primera impresión de un juego es fundamental y aquí nos mete de lleno en el pozo, con una imagen de las catacumbas de la ciudad que sea.