La misma corriente de vida que corre por mis venas, corre por el mundo y baila rítmicamente - Rabindranath Tagore
Versión analizada: PC
Requisitos mínimos: Un boniato
Yo no soy, en realidad, un gamer, lo que me lleva a preguntarme que hago aquí, en este blog. Mis "servicios" fueron "reclutados" principalmente para ponerlo en marcha, y asegurarme de que el diseño era el deseado. Y aquí estamos, muchos meses después, sin haber publicado nada.
El caso es que si juego a cosas, no necesariamente cosas immaculadas, obras maestras visuales, o juegos con una historia preciosa y una mecánica rompedora. Yo soy más de juegos de deportes, de moñiguear en sandboxes a lo GTA, y de juegos de simulación como este que aquí traigo, que consisten más bien en darle a un botón hasta que pase algo que te obligue a pinchar en otro botón, y repetir hasta la saciedad.
Así pues, en este mi primer artículo, hablaré de algo que es más bien una herramienta de concienciación social que un juego en sí, pero como soy bastante sociópata, sus lecciones caen en saco roto.