martes, 24 de noviembre de 2015

The Last of Us (PS3 2013)



Versión analizada: PS3

Otras versiones: PS4

Todos a los que quería me han dejado o han muerto, todos... excepto tú. Así que no digas que estaría más segura con otro porque estaría más asustada.

Ya la generación de PS3 se va acabando. La consola no ha conseguido emular el completo dominio de su hermana pequeña pero sí ha conseguido imponerse a la Xbox y a la Wii. Entre muchas razones, debido a las franquicias exclusivas como Uncharted o God of War que han conseguido decantar la balanza. Uno de los últimos grandes productos propios de la consola de Sony ha sido The Last of Us que marca el fin de una era, dando al mismo tiempo la bienvenida a la PS4 con su remasterización.

No sé si se habrán dado cuenta  de que los zombies están de moda. Walking Dead ha pegado fuerte pero también Bienvenidos a Zombieland y Shaun of the Death. Y no hay que olvidarse una de las sagas de videojuegos más míticas de la historia, Resident Evil. Hacia estas criaturas dirigió su mirada Naughty Dog, que quería un proyecto alejado de Nathan Drake, uno de sus grandes iconos.

Joel es un padre soltero que ve como se desata una pandemia global que provoca que las personas infectadas se vuelvan unas criaturas agresivas con los que todavía están sanos. Joel huye pero no puede evitar la muerte de su hija. Veinte años después es un superviviente en la ciudad de Boston que burla constantemente la cuarentena para conseguir víveres y armas junto a su compañera Tess. A ambos se les encarga una tarea: escoltar a una niña, Ellie, fuera de la ciudad.
 



La trama es sencilla y tópica en apariencia pero es en la forma del desarrollo del juego lo que desmarca a The Last of Us del resto del mundo de los videojuegos. La delicia de este juego, desde el punto de vista argumental, es ver a dos personajes totalmente antagónicos como Joel, un viejo superviviente amargado, y Ellie, una niña fuerte pero que aún conserva parte de inocencia y cierta curiosidad infantil, que se unen y consiguen construir de cero una relación de camaradería que se va volviendo más íntima con el tiempo.

Con ellos, vamos a manejar a Joel excepto en un par de capítulos, escaparemos de ciudades infestadas de infectados y también seremos perseguidos por bandas de desesperados como los Cazadores, una banda que se dedica a emboscar a los “turistas” para conseguir suministros. No es la única facción humana, también están los soldados del ejército que buscan controlar la situación y los Luciérnagas, unos rebeldes que buscan desesperadamente una cura.




Por parte de los infectados, veremos diferentes criaturas dependiendo de hasta que punto se ha extendido el hongo. Los más recientes son los corredores, seres rabiosos y rápidos pero más fáciles de matar incluso con tus propias manos. De los que de verdad te tienes que preocupar son de los chasqueadores, aunque estén ciegos y puedas matarlos con sigilo con la daga. Pero como te oigan, prepárate. Porque, o les pegas un tiro en la cabeza o los derribas con un arma en un combate cuerpo a cuerpo en el que con solo acercarse a ti te morderán y serás infectado. Sin embargo, no son los peores. Ese privilegio pertenece a los hinchados que tienen todo el cuerpo cubierto por el hongo, lo que les sirve de armadura. Además son muy resistentes y te lanzan constantemente esporas. Contra ellos recomiendo fuego, ya sea con cócteles molotov o con lanzallamas. Afortunadamente solo hay cuatro o cinco en el juego.

La historia está bien tejida con magistrales cinemáticas, diálogos profundos que muchas veces tienes que desbloquear y una serie de notas y grabaciones por parte de antiguos supervivientes que te van contando como fue la caída de la civilización que encuentras por el escenario y es un aliciente más para explorar . El argumento llega a calar tanto como pocos videojuegos se han propuesto siquiera.




La ambientación también es fabulosa. Te verás obligado a recorrer pasajes oscuros donde te escondes o tienes que explorar mientras te acechan los enemigos son continuos. La PS3 es explotada en su máximo potencial con gráficos que reflejan perfectamente ciudades abandonadas y campos de abundante vegetación. Los personajes son diseñados con todo detalle y sus movimientos son bastante creíbles y realistas en todo momento. La banda sonora, bastante minimalista pero no por ello falta de tragedia y desesperanza, y los efectos de sonido también son impecables

La jugabilidad bebe bastante de los juegos clásicos de supervivencia. No os esperéis un nuevo Uncharted, aunque alguna semejanza tiene como en los controles y el modo de disparo. Aquí las balas escasean y nunca tienes más de 15. Hay que estar mucho tiempo buscando en los rincones oscuros municiones y elementos con los que construir botiquines, bombas, cócteles molotov y dagas que te verás obligado a elaborar por el camino. El jugador se ve obligado a economizar sus recursos y no puede ir siempre a saco en plan Call of Duty. Aquí se premia mucho los asesinatos sigilosos y las infiltraciones, más propias de los Metal Gear. Los controles están bien, el modo de apuntar es efectivo y la incorporación del modo escucha es muy útil en la mayor parte del juego.




Es posible que haya gamers que les guste ir directo al meollo que no lo disfruten, lo que es una pena porque es un placer sumergirte durante las 15-20 horas que garantiza el modo historia con paciencia y atentos a los coleccionables, que no son un simple añadido sino un refuerzo de la experiencia de juego. Siempre es bienvenido un producto que se presente como un reto y que obligue al jugador a esforzarse, sobre todo si se escogen los niveles de dificultad más altos.

La campaña es totalmente lineal sin misiones secundarias. Los distintos capítulos esconden momentos llenos de tensión combinados con otros donde hay más adrenalina. En el transcurso de los hechos está repleto de momentos duros llenos de asesinatos y torturas. Todo desemboca en un magnífico último tercio que culmina en ese final que tan tocado nos ha dejado a quien lo hemos jugado. Aparte, hay un DLC, Left Behind, que ahonda en la historia de Ellie, y un modo multijugador que consigue ser original al trasladar con cierto éxito la esencia al online, con partidas de pocos jugadores donde la búsqueda de recursos será otra vez vital.



Para terminar vamos a ser un poco tiquismiquis porque a pesar de todo el cuidado del estudio, hay ciertos fallos. El principal es que Ellie apenas aporta a la jugabilidad. Al principio tratas de protegerla, no obstante pronto descubrirás que no corre ningún peligro hasta límites absurdos donde soldados la ven perfectamente en fases de sigilo sin que ellos se inmuten.

Sin embargo no me quedo con eso sino con todas las virtudes que le convierten en el juego del año, aclamado tanto por la crítica como por los jugadores. Es un perfecto broche para la era de la PS3 y un buen augurio para la nueva generación.

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LO MEJOR: Una historia magnífica tratada como pocas veces se ha hecho en un videojuego. La jugabilidad que obliga al sigilo y a planear estrategias.

LO PEOR: La jugabilidad de Ellie.

VALORACIÓN: 98/100. Uno de los iconos del último lustro y un imprescindible para todo gamer que se precie.

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