Versión
analizada: PS3
Otras
versiones: PS4
Todos a
los que quería me han dejado o han muerto, todos... excepto tú. Así
que no digas que estaría más segura con otro porque estaría más
asustada.
Ya la
generación de PS3 se va acabando. La consola no ha conseguido emular
el completo dominio de su hermana pequeña pero sí ha conseguido
imponerse a la Xbox y a la Wii. Entre muchas razones, debido a las franquicias
exclusivas como Uncharted o God of War
que han conseguido decantar la balanza. Uno de los últimos grandes
productos propios de la consola de Sony ha sido The Last of Us que
marca el fin de una era, dando al mismo tiempo la bienvenida a la PS4 con su
remasterización.
No
sé si se habrán dado cuenta de que los zombies están de moda. Walking
Dead ha pegado fuerte pero
también Bienvenidos a
Zombieland y Shaun
of the Death. Y no hay que
olvidarse una de las sagas de videojuegos más míticas de la
historia, Resident Evil.
Hacia estas criaturas dirigió su mirada Naughty Dog, que quería un
proyecto alejado de Nathan Drake, uno de sus grandes iconos.
La
trama es sencilla y tópica en apariencia pero es en la forma del
desarrollo del juego lo que desmarca a The Last of Us del
resto del mundo de los videojuegos. La delicia de este juego, desde el punto de
vista argumental, es ver a dos personajes totalmente antagónicos como
Joel, un viejo superviviente amargado, y Ellie, una niña fuerte pero
que aún conserva parte de inocencia y cierta curiosidad infantil,
que se unen y consiguen construir de cero una relación de
camaradería que se va volviendo más íntima con el tiempo.
Con
ellos, vamos a manejar a Joel excepto en un par de capítulos,
escaparemos de ciudades infestadas de infectados y también seremos
perseguidos por bandas de desesperados como los Cazadores, una banda
que se dedica a emboscar a los “turistas” para conseguir
suministros. No es la única facción humana, también están los
soldados del ejército que buscan controlar la situación y los
Luciérnagas, unos rebeldes que buscan desesperadamente una cura.
Por
parte de los infectados, veremos diferentes criaturas dependiendo de
hasta que punto se ha extendido el hongo. Los más recientes son los
corredores, seres rabiosos y rápidos pero más fáciles de matar
incluso con tus propias manos. De los que de verdad te tienes que
preocupar son de los chasqueadores, aunque estén ciegos y puedas
matarlos con sigilo con la daga. Pero como te oigan, prepárate.
Porque, o les pegas un tiro en la cabeza o los derribas con un arma en
un combate cuerpo a cuerpo en el que con solo acercarse a ti te
morderán y serás infectado. Sin embargo, no son los peores. Ese privilegio pertenece a los
hinchados que tienen todo el cuerpo cubierto por el hongo, lo que les sirve
de armadura. Además son muy resistentes y te lanzan constantemente esporas.
Contra ellos recomiendo fuego, ya sea con cócteles molotov o con
lanzallamas. Afortunadamente solo hay cuatro o cinco en el juego.
La
historia está bien tejida con magistrales cinemáticas, diálogos
profundos que muchas veces tienes que desbloquear y una serie de
notas y grabaciones por parte de antiguos supervivientes que te van
contando como fue la caída de la civilización que encuentras por el
escenario y es un aliciente más para explorar . El argumento llega a
calar tanto como pocos videojuegos se han propuesto siquiera.
La
ambientación también es fabulosa. Te verás obligado a recorrer pasajes oscuros donde te
escondes o tienes que explorar mientras te acechan los enemigos son
continuos. La PS3 es explotada en su máximo potencial con gráficos
que reflejan perfectamente ciudades abandonadas y campos de abundante
vegetación. Los personajes son diseñados con todo detalle y sus
movimientos son bastante creíbles y realistas en todo momento. La
banda sonora, bastante minimalista pero no por ello falta de tragedia
y desesperanza, y los efectos de sonido también son impecables
La
jugabilidad bebe bastante de los juegos clásicos de supervivencia.
No os esperéis un nuevo Uncharted, aunque
alguna semejanza tiene como en los controles y el modo de disparo.
Aquí las balas escasean y nunca tienes más de 15. Hay que estar
mucho tiempo buscando en los rincones oscuros municiones y elementos
con los que construir botiquines, bombas, cócteles molotov y dagas
que te verás obligado a elaborar por el camino. El jugador se ve
obligado a economizar sus recursos y no puede ir siempre a saco en
plan Call of Duty.
Aquí se premia mucho los asesinatos sigilosos y las infiltraciones,
más propias de los Metal Gear. Los
controles están bien, el modo de apuntar es efectivo y la
incorporación del modo escucha es muy útil en la mayor parte del
juego.
Es
posible que haya gamers que les guste ir directo al meollo que no lo
disfruten, lo que es una pena porque es un placer sumergirte durante
las 15-20 horas que garantiza el modo historia con paciencia y
atentos a los coleccionables, que no son un simple añadido sino un
refuerzo de la experiencia de juego. Siempre es bienvenido un
producto que se presente como un reto y que obligue al jugador a
esforzarse, sobre todo si se escogen los niveles de dificultad más
altos.
La
campaña es totalmente lineal sin misiones secundarias. Los distintos
capítulos esconden momentos llenos de tensión combinados con otros
donde hay más adrenalina. En el transcurso de los hechos está
repleto de momentos duros llenos de asesinatos y torturas. Todo
desemboca en un magnífico último tercio que culmina en ese final
que tan tocado nos ha dejado a quien lo hemos jugado. Aparte, hay un
DLC, Left Behind, que
ahonda en la historia de Ellie, y un modo multijugador que consigue
ser original al trasladar con cierto éxito la esencia al online, con
partidas de pocos jugadores donde la búsqueda de recursos será otra
vez vital.
Para
terminar vamos a ser un poco tiquismiquis porque a pesar de todo el
cuidado del estudio, hay ciertos fallos. El principal es que Ellie
apenas aporta a la jugabilidad. Al principio tratas de protegerla, no
obstante pronto descubrirás que no corre ningún peligro hasta
límites absurdos donde soldados la ven perfectamente en fases de
sigilo sin que ellos se inmuten.
Sin
embargo no me quedo con eso sino con todas las virtudes que le
convierten en el juego del año, aclamado tanto por la crítica como
por los jugadores. Es un perfecto broche para la era de la PS3 y un
buen augurio para la nueva generación.
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LO
MEJOR: Una historia magnífica tratada como pocas veces se ha hecho
en un videojuego. La jugabilidad que obliga al sigilo y a planear
estrategias.
LO
PEOR: La jugabilidad de Ellie.
VALORACIÓN:
98/100. Uno de los iconos del último lustro y un imprescindible para todo gamer que se precie.
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