domingo, 25 de junio de 2017

God Of War II (PS2, 2007)



Versión analizada: PS2

Otras versiones: PS3, PS Vita (versiones HD)

En el ahora lejano 2007, PS2 estaba en la cresta de la ola. A pesar de la llegada de su sucesora en el horizonte, la mítica consola no dejaba de dejarnos prodigiosas maravillas jugables, como Okami, Tomb Raider Anniversary o este God Of War II, que supuso la despedida de Kratos de la máquina que lo vio nacer y en la que fraguó el éxito que tiene en nuestros días. Y ahora que esperamos como agua de mayo la continuación de las aventuras del espartano en PS4, no está de más echar la vista atrás para ser testigos de uno de los mejores títulos de su generación y el inicio de una venganza que ya ha pasado a la historia de los videojuegos.




God Of War II retoma la historia del original (aunque si jugáis a Ghost of Sparta entenderéis algo mejor el principio) y nos muestra a un Kratos muy, muy desencantado con su vida como dios de la Guerra. El espartano se ha cansado de esperar la promesa que le hicieron los habitantes del Olimpo y que implicaba librarle de sus infaustos recuerdos como mortal, y ahora ha decidido ir por su cuenta. ¿Cómo? Pues reduciendo a toda ciudad enemiga de Esparta a cenizas, por supuesto, para dar rienda suelta a su cabreo. Y durante un aparentemente tranquilo asedio en Rodas, Zeus lo traiciona con saña, le despoja de sus poderes de dios y le deja con la espada del Olimpo atravesando sus órganos vitales. Pero Kratos no puede morir así.

Para llegar a las Hermanas del Destino, Kratos recorrerá diversos escenarios y combatirá contra un número insano de criaturas de la mitología griega.

Ayudado por los titanes y llevado por una implacable sed de venganza, el Fantasma de Esparta sólo se pone un objetivo: volver al momento en el que Zeus le traicionó para así cambiar su destino. Para ello, tendrá que buscar, valga la redundancia, a las Hermanas del Destino, aquellas que controlan la vida de todo mortal desde su nacimiento hasta su muerte. ¿Podrá Kratos pasarse las reglas de la mitología por el forro y aniquilar a todo héroe, criatura o divinidad que se le ponga delante? Ni lo dudes...

Si hay algo que otorga un enorme mérito al universo de God Of War es su perfecta simbiosis entre mitología, aventura y jugabilidad, y esta segunda entrega no es una excepción. GoW II amplía notablemente todo lo que vimos en la entrega original, llevando los deseos de venganza de Kratos a un plano más amplio y dejando más de lado la historia del espartano y su sufrimiento interior. Todo esto lo habíamos visto ya (ampliado incluso en las entregas de PSP y en God of War: Ascension), y hay que reconocer que viene bien un soplo de aire fresco en este campo, aunque ello conlleve que la personalidad de Kratos se resienta.

Una de las novedades más jugosas de esta entrega es la posibilidad de ralentizar el tiempo con el Amuleto de los Hados, que nos permitirá solventar puzzles y situaciones comprometidas.


Es probablemente en GoW II donde veamos al Kratos menos humano, más sanguinario mentalmente hablando y con unos principios básicos bastante claros: "apártate de mi camino o correrá la sangre", y esta vez sin ningún tipo de remordimiento. La caída de Zeus es lo único que mueve al espartano en esta aventura, que va al grano y que ofrece diversión y variedad por un tubo. ¡Y nosotros que lo agradecemos!

Para empezar, hay nuevos y muy interesantes artilugios y magias disponibles, así como nuevos combos y formas de rematar a tus enemigos, más originales y "bestias" que en la primera entrega. El sistema de combate sigue siendo una maravilla, teniendo las novedades justas para mantenerse fresco e intuitivo. El encadenamiento de ataques y el uso estratégico de artefactos y hechizos, así como las fases de plataformas, vuelven a jugar un papel importante, sólo que ahora todo es más grande, más violento y más divertido. Aunque parezca difícil.

Los enfrentamientos contra algunos jefes son realmente alucinantes gracias a unos gráficos de aúpa. Y las formas de rematarlos son aún más locas y desagradables. 

Si bien el juego sigue utilizando una dinámica lineal, lo cierto es que ahora los escenarios son más amplios y los enemigos más numerosos e implacables, con una variedad que quita el hipo: esqueletos, medusas, cíclopes, arpías... Y eso por no hablar de los impresionantes enfrentamientos contra los jefes finales, que de nuevo tiran de "quick-time events" para finalizarlos de forma satisfactoria. Y por supuesto, seguimos contando con el sistema de mejora de armas a base de orbes rojos, que recogemos a lo largo de la aventura. Además, también podemos mejorar nuestro medidor de salud y de magia a base de reliquias, algo imprescindible para superar las fases, cada vez más difíciles, de esta inolvidable venganza.

La variedad de situaciones sigue siendo la tónica y ahora hay más puzzles, plataformas y combates que nunca, todo ello merced de un ritmo de juego bestial, intenso y que no te deja soltar el mando hasta los créditos finales. Así, cualquiera le dice "no" a Kratos cuando nos llama para matar a todo bicho viviente...

Las fases de plataformeo siguen estando presentes.

Pero todas estas cualidades no son lo mejor de GoW II. Y es que estamos hablando de un juego de PS2, 128 bits, para que nos entendamos, que a día de hoy quita el hipo y ofrece algunas imágenes que son puro arte. El apartado técnico de este juego es una auténtica BURRADA, un prodigio maravilloso y el mejor ejemplo de cómo exprimir al máximo el potencial de una consola. Los escenarios están cargados de detalle, las animaciones, los efectos de partículas... todo brilla a un nivel altísimo, impensable en PS2. Y eso por no hablar de los enfrentamientos con los jefes finales, algunos de ellos enormes y que cortan la respiración (no hay mejor ejemplo que el Coloso de Rodas, nada más comenzar el juego).

Por si fuera poco, el sonido vuelve a ser sobresaliente, con una banda sonora espectacular y un formidable doblaje al castellano. Además, estamos ante un juego con una duración más amplia de lo habitual en esta saga (unas 15 horas), a la que hay que sumar los picantes Desafíos del Olimpo, un conjunto de pruebas cada vez más exigentes que nos permiten desbloquear trajes y diversas recompensas.

Si bien la historia no engancha tanto como la del primero, va mejorando paso a paso y alcanza un clímax brutal en la última fase del juego. Y ojo a las secuencias CGI...

En resumen, estamos ante uno de los mejores juegos de PS2, el "principio del fin" de una espectacular trilogía, divertidísimo, brutal, largo y espectacular. Ni siquiera puedo achacarle la falta de multijugador, porque hablamos de un título hecho para disfrutar por tu cuenta, para ser testigo de una genial aventura que, además, sirve de prólogo a la madre de todas las batallas. Pero esa ya es otra historia...

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LO MEJOR: es intenso, variado, divertido y muy, muy espectacular. Apartado técnico de escándalo, las batallas contra los jefes finales...

LO PEOR: la historia no tiene tanta "chicha" como la del original. Que no dure otras 15 horas...

VALORACIÓN: 96/100. Uno de los últimos grandes títulos de PS2. Memorable de principio a fin.

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