sábado, 20 de octubre de 2018

Test Drive Unlimited 2 (PC, 2011)





Versión analizada: PC.
Otras versiones existentes: PS3, Xbox 360.

¿Te gusta conducir? A mí no. O vamos, no sé, no tengo carné. Supongo que los coches de choque siempre me han entretenido, son una de mis atracciones preferidas. Aunque claro, pensándolo bien son bastante incómodos: ni siquiera una persona de complexión sana y normal cabe en un coche de esos sin tener las rodillas en las sienes, más o menos. Y suelen concentrar a la fauna más chunga de quincalleros y maleantes, que decidían manejar el vehículo con el culo derrapando por la pista, y lograban, de manera casi adivinatoria, escoger el más rápido y el que chocaba más fuerte con el resto. Te pasabas los cuatro o cinco minutos de la duración de la atracción intentando evitar colisiones con estos energúmenos... y al final, ¿no se trata de chocar? Si se le tiene miedo al contacto de chasis con chasis, ¿realmente se puede disfrutar de los coches de choque tal y como fueron diseñados, o se disfrutaría más en un parking vacío con un kart dando vueltas y más vueltas como un estepicursor en el desierto de Atacama? Abro debate.


De manera paralela a esta discusión, he de decir que como gamer, soy mucho más explorador que competidor. Los achievements me parecen una distracción de mi objetivo principal con un juego; incluso la propia historia me resulta muchas veces dispensable. Pero poder navegar el mundo virtual a mi antojo, bajo mis propias condiciones, es lo que más me atrae en gran parte de ocasiones. Dame un GTA, un Minecraft (en modo tranquilo), o incluso ponme el Street View del Google Maps y me verás perder horas y horas delante de la pantalla investigando cada rincón de los gráficos. Y de hecho, mi juego perfecto sería una simulación a escala real de todo el planeta, que opcionalmente podría recorrer en una motillo o un avión biplano. 

Test Drive Unlimited 2 prometía cumplir este sueño aunque fuera solo parcialmente: contiene dos recreaciones de la isla hawaiiana de Oahu y, más maravillosamente, de Ibiza, la perla balear. Poder circular por las calles pitiusas, de un blanco inmaculado, escuchando tal vez algo de chill out mientras mi Ford Fiesta rodea las serpenteantes carreteras que bordean las calas... ¿No suena al paraíso?

El juego tiene 3000 kilómetros de carreteras, y creo firmemente que, en lo que a juegos open world se refiere, en la cantidad está la calidad. Y hasta que consiga probar los 10000 de The Crew 2, va a ser lo más que voy a experimentar. Así que vamos a ver qué tal.

Las primeras imágenes del juego te sitúan en la fiesta más trasnochada de todas las azoteas de Ibiza, donde puedes escoger a tu personaje de entre uno de los muy borrachos invitados.

People from Ibiza.

Ante la inexistencia de un Pocholo o similar, escogí a una mujer afroamericana porque es quizá lo que menos se espera uno. Es tu cumpleaños y una especie de sugar sister te ha comprado un Ferrari rojo pasión porque sí, es lo que se hace en estas circunstancias. No sabemos si ha habido una colecta o algo entre los invitados o si ha salido todo de su bolsillo, pero sin duda ha sido un capricho muy caro.

Sin pensárselo ni un medio segundo, te insta a que enciendas el coche DENTRO de la casa.

Hay un jarrón de la dinastía Ming y todo.
Una vez hecho esto, el juego te suelta enfrente de una pancarta que dice "BIENVENIDOS" y te dice "Enjoy!", dejándote a tu aire para recorrer la isla a tu gusto, entiendo. No sé si era necesario el set up para tan complicado argumento, pero por lo menos hemos llegado al punto que queríamos.

Y justo cuando empiezas a disfrutar de la brisa mediterránea en la cara... ¡Todo era un sueño! En realidad eres la chófer de la niña rica (la sugar sister en tu alucinación) y simplemente estabas imaginando qué bonito sería conducir libremente, sin nadie que te controle. Justo como yo, el jugador, ahora mismo. Señores desarrolladores, dejenme conducir y no me metan en mis juegos de coches tramas de película de Disney Channel.

La muchacha que te da órdenes mientras conduces resulta ser una especie de presentadora de un concurso de carreras de la tele, que por algún motivo tiene un Ferrari porque si no, ¿dónde estaría el glamour? Por el motivo que sea te apuntas al concurso pero como eres pobre te llevan a un desguace miserable a comprarte un carromato porque eres de una clase inferior.

Es en este almacén decrépito donde me encuentro a un personaje que me parece a primera vista fascinante.

El mecánico androide.

Todavía no he intercambiado palabra con él, y no sé si lo haré, pero este individuo tiene una personalidad y una backstory desarrolladísimos, al menos en mi cabeza. Es lo único que explicaría la decisión de colocarle una especie de férula azul en la pierna izquierda. ¿Tal vez su cometido sea advertirnos de los peligros de la conducción temeraria? No nos anticipemos.

No necesito comparar mucho: un Lancia Delta rojo que parece del año 87 me dice cosas al oído y me enamoro al instante.

Sexy.

El pata chula no sólo no te advierte de la seguridad al volante si no que te anima a arrimarte lo más posible a otros coches a toda velocidad para ganar... ¿dinero? Supongo que el realismo de este juego falla en los detalles. ¿Me vais a dejar ya ir a Amnesia?

Una vez otorgada mi libertad, mi primer cometido fue acicalar mi coche para luego ponerme a buscar el legendario club nocturno Pachá Ibiza. Si se encuentra en su ubicación real, no tendré más remedio que darle al juego un 100.

Tal vez aquellas luces marquen el camino.

Al ir allí me encontré exactamente lo que esperaba.

La tierra prometida.

Este juego es todo lo que podía desear y mucho más. Salvo por el hecho de que claro, no puedo bajar del coche y meterme en Pachá. Y creedme, lo he intentado.

El caso es que las mejores discotecas ibicencas están representadas:

La descomunal Privilege...

Y bueno, la verdad es que ya está, porque no veo ni Amnesia ni Bora Bora ni leches por ningún sitio. Pero qué diantres, está muy bien lo que tenemos.

Entiendo que mi análisis no es muy pormenorizado, aunque quiero destacar la abundancia de las glorietas, ese feature tan español. En Ibiza he contado unas 900000 glorietas, que harán disfrutar a los fanáticos de las circunferencias.

Ahora bien, si has entrado en esta crítica buscando la respuesta a la pregunta "¿es un buen juego de carreras?", mi respuesta es sencilla: no lo sé. No he echado ninguna carrera. Supongo que los coches se manejan más o menos bien. He leido que la IA de los contrincantes es penosa, pero yo no tengo queja. Más que nada porque quién tiene tiempo para competir existiendo Ibiza entera para visitar.

No hay personas por la calle, y menos mal, porque parecen bastante frágiles: coche con el que te rozas, por poco que sea, coche que no se vuelve a mover jamás. Hay una policía que te persigue si te llevas señales de "ceda el paso", y caer al agua no conlleva una divertida animación de ahogamiento, si no que simplemente vuelvas a la calzada. Eso es decepcionante.

Me quedan muchas calas y recovecos que inspeccionar, así que voy a por ello. Recomiendo este juego si os gustan las fiestas locas y los jarrones de la dinastía Ming.

LO MEJOR: Pachá.

LO PEOR: No está Amnesia.

VALORACIÓN: 100/100. Nunca me echo atrás.

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