jueves, 11 de octubre de 2018

The Last Guardian (PS4, 2016)



Versión analizada: PS4

-Me he despertado solo en una extraña cueva. Me di cuenta que no estaba solo. A mi lado permanecía una bestia come hombres “Trico”.

Hay momentos especiales pero a la vez imperfectos. Momentos que recuerdas con cariño y que te sientes ligados a ellos pero que a la vez sabes que aún les faltan detalles. Y ahí viene la pregunta. ¿Qué valoramos más? ¿Nuestra experiencia o nuestras valoraciones cuando la cabeza es más fría?

Fumito Ueda se había convertido en un autor realmente valorado por el público, crítica e industria tras ser el responsable de títulos tan recordados e influyentes como Ico o Shadow of the Colossus. Su próxima obra era uno de los estrenos más esperados, y tras numerosos retrasos, por fin pudimos disfrutar de The Last Guardian en 2016. ¿La espera mereció la pena? ¿Los retrasos lo afectaron?

La trama de The Last Guardian es minimalista y enigmática. Un niño aparece en una cueva junto a una bestia herida. Tras liberarla, ambos tratan de huir de ahí, encontrando unas ruinas que funcionan como un laberinto. En su colaboración mientras tratan de salir de ahí, veremos que se establece una relación que va creciendo con el paso del tiempo, con una mayor coordinación y finalmente se va generando un gran cariño entre ambos que el jugador no va a poder obviar, especialmente en esos minutos finales tan dramáticos e incluso por momentos crueles.


Trico te puede seguir pero en el camino dudará o preferirá revolcarse por el suelo

Si este juego funciona es por Trico, esa bestia mitad perro, mitad pájaro. No es un secundario que nos acompaña y hace lo que decimos. No, Trico está vivo como ningún otro personaje secundario lo ha estado en la historia de este medio. No es un monstruo al que manejas a tu gusto o que se queda a esperar tu movimiento. Es un animal y se comporta como se comporta un animal. A veces pasa de ti, a veces se revuelca por el suelo o simplemente no te entiende y se queda mirándote fijamente mientras te desesperas porque el puñetero bicho de las narices no salta.

Pero más allá de frustraciones propias – especialmente en las escenas de buceo en las que un bug me hizo perder una hora de mi vida – lo que tenemos es una relación cada vez más estrecha y en constante evolución. Pronto las mecánicas entre ambos se van puliendo y serán más efectivas. Nunca será perfecta, porque ambos, niño y bestia, son personajes distintos con un lenguaje propio. Trico es el alma y el encanto del juego, y no solo por la parte jugable, sino por la parte animada. No solo es estético, sino que los movimientos y animaciones son naturales y dinámicos.

Estar colgando en las fauces de una bestia come hombres puede ser una escena adorable

El juego se centra en la colaboración. El jugador y Trico avanzan a través de puzzles y plataformas y generalmente la clave es la correcta colaboración entre ambos, con los tienes que saltar y alcanzar plataformas altas, o tienes que avanzar por tu cuenta para abrir una puerta o tirar de una palanca para despejar el camino de ojos que aterrorizan a Trico. El juego es un pelín frustrante, fuente de esta falta de coordinación; pero no es un defecto, es más añade un punto de realismo y es en esa búsqueda de entendimiento donde radica la magia. Y la verdad es que a pesar de todo, es entretenido y no excesivamente complicado.

El ritmo puede ser complicado, ya que puede desesperar al jugador más impaciente porque es un juego lento; no como defecto ya que busca la belleza en la quietud. Hay una escena donde el niño está colgado de una rama buscando a Trico e intentado liberarse donde la cámara está fija. El jugador puede llegar a desesperarse, y pensar que no está haciendo lo correcto, pero The Last Guardian es un juego que necesita reposo para ser disfrutado, ya no solo por su parte jugable sino por la belleza que le rodea.

Cuando me refiero a belleza, me refiero a esto

Visualmente es donde más ha sufrido estos años de retraso. Técnicamente el juego tiene altibajos, y a veces parece más como un juego de PS3 tardío que un de PS4. Pero tiene a Trico, que es toda una proeza general a un animal como él de forma natural. Además el juego incluye cinemáticas realmente imponentes – aunque escasas porque el juego no busca tanto contarte una historia o transmitirla por medio de escenas sino por jugabilidad – y escenarios realmente preciosos. La estética artística es sobresaliente, a pesar de algunos fallos, bugs y una cámara que en ocasiones hace difícil disfrutar de las vistas, siendo más propia de tiempos pasados. De todas maneras, la verdad es que a pesar de ciertos elementos, es un juego que se ha beneficiado de estar en PS4, y es realmente bello y artístico, con detalles cuidados y animaciones realistas.

Volviendo a la jugabilidad y la historia, en nuestro camino nos encontraremos a unas armaduras que cobran vida y que tratan de capturar al niño y llevarnos más allá de una puerta. El niño, que no tiene  grandes habilidades atléticas o de combate, debe apoyarse en Trico, siendo el jugador el rescatado. Podemos tanto subirnos encima y esperar a que un enfurecido monstruo acabe con nuestros enemigos, o -lo más divertido y tenso – apoyarle desde el suelo y tratar de que no nos capturen las armaduras. Y luego acariciar al animal cuando se vuelva totalmente loco.

Un gusiluz

La banda sonora es realmente impresionante, y también utilizada de forma inteligente, sabiendo cuando tiene que sonar y cuando el silencio debe ser el protagonista. The Last Guardian más que entretener, lo que busca es provocar una emoción en el jugador. Y vaya sí lo consigue. Pocas veces se puede tener una relación más mágica con un personaje no jugable como es Trico. Los momentos en los que esta relación se pone de manifiesto son realmente inspiradores. La historia es escasa, y no sabes que demonios es esta estructura en la que estás encerrado, pero la verdad es que yo creo que este minimalismo la hace ganar puntos para no descentrarnos en lo que de verdad importa.

Y si, el juego tiene momentos de frustración, algún bug, una cámara muy mejorable y niveles de buceo realmente prescindibles. Pero tiene uno de los finales de videojuegos que más voy a recordar por sus emociones, siendo la cristalización de toda una experiencia. Una experiencia que insisto en recomendar.

Si te alejas de él, trata de llamarte para que vuelvas.

LO MEJOR: La emoción y la relación con Trico.

LO PEOR: Algunos momentos desesperantes.

VALORACIÓN: 87/100 He tardado mucho en escribir la crítica, y aún le estoy dando la vuelta. Por una parte creo que es  una obra maestra que no baja del 9. Otra ha insistido en sus defectos. De todas maneras, es uno de los juegos más recomendables que te puedes encontrar en PS4. 

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