jueves, 18 de julio de 2019

Dishonored (PS4, 2012)



Versión analizada: PS4
Otras versiones: PS3, Xbox 360, Xbox One, PC

Es extraño que siempre haya un poco más de inocencia que perder

¿Qué es mejor ser temido o amado? Ese es uno de los grandes dilemas dentro en el plano moral y político. ¿Es mejor una victoria a cualquier coste, ya que el fin justifica los medios como diría Maquiavelo? ¿O hay límites en nuestros actos que pueden empañar nuestros nobles propósitos y corromperlos?¿Realmente el mundo del videojuego puede explorarlo?

Dishonored es un gran juego por muchos motivos. Podemos hablar de su estética característica, del diseño de niveles, de la ambientación de los barrios de una capital de un imperio moribunda por la peste o como realmente obliga al jugador a decidir a como jugar y afrontar las consecuencias. Quizá puedas parar a tiempo mientras ves que la ciudad se desmorona, pero al final llega nuestro juicio. Y no habrá piedad.

Corvo Attano es el protector real de la emperatriz Jessamine Kaldwin. Y quizá algo más, ya que su hija Emily te trata con mucho cariño. Pero tras un atentado que te toma por sorpresa la emperatriz es asesinada, su hija secuestrada y Corvo cae en desgracia y es encarcelado por orden del Lord Regente, que se erige como tirano mientras te acusa de asesinato. Una vez Corvo se escapa, entra en un círculo de conspiradores dispuestos a todo para salvar el Imperio, preso de la peste que ha aniquilado barrios enteros. ¿Corvo conseguirá rescatar al Imperio de la inestabilidad y o simplemente será el testigo de la caída final? Realmente son sus actos los que nos digan que clase de hombre es Corvo y como ejercerá de su función de guardián.

Ese breve momento antes de que todo vaya mal

El argumento es una serie de clichés que incluyen una plaga que vuelve a los ciudadanos zombies peligrosos, un tirano al que hay que derrocar, un grupo de rebeldes escondidos, un clero poderoso y corrupto o una deidad oscura mirándonos desde su atalaya mientras se deleita del caos. Sin embargo, rezuma encanto. No es un guión descuidado. La peste realmente es turbulenta y El Forastero es realmente alguien inquietante, un vigilante que no es bueno ni malo, y que da sus dones y poderes a unos pocos elegidos que cree que pueden cambiar el mundo. Corvo es uno de ellos. Y todos los encuentros entre ambos realmente son memorables. Además el forastero es solo el puntal de una mitología extraña y fascinante que incluye talismanes mágicos que refuerzan tus habilidades y runas que te dan acceso a poderes. Y también anda por ahí una vieja enigmática que pulula por el juego dando mal rollo. Doña Andrajos se llama.

El sistema de karma realmente funciona. Tienes una gran habilidad en el combate cuerpo a cuerpo, todo tipo de armas e incluso poderes mágicos que van desde ralentizar el tiempo al teletransporte. Realmente eres alguien formidable. Pero, ¿acabaras con esos soldados inocentes que solo cumplen con su deber de unos jefes corruptos? ¿Realmente serás un verdugo que acaba con sus objetivos a sangre fría? ¿Realmente disfrutas con tu superioridad? ¿No prefieres dejarles inconscientes o pasar desapercibido, perdonándoles la vida? Las respuestas a estas preguntas tienen consecuencias que afectan tanto al final como al desarrollo del juego. Un caos elevado son más enfermos, más ratas devorando cadáveres y atacándote, personajes asustados y un final más pesimista y turbio, aunque quizá uno más realista porque el ser humano es quien es. El juego trata de favorecer el sigilo pero tampoco te va a poner pegas a que vayas a matar a los que sean necesarios. Eso si, luego no esperes que te ponga buena cara.

No solo hay soldados. También hay civiles.

En el apartado de jugabilidad el juego te da muchas alternativas, muchas rutas por las que decidir ir. ¿Quieres ir directo? Claro, puedes. ¿Quieres ir por las alturas? Perfecto. ¿Dar un rodeo? Sin problemas. ¿No tienes problema por infiltrarte por las cloacas? Claro sí.  No hay un solo modo de cumplir las misiones. Es cierto que hay dos formas principales que son ir a sigilo o a pecho descubierto acabando con todo el que salga a tu paso. O intentar pasar inadvertido, fracasar en el intento y matar a todos para remediar que te hayan descubierto. Todo tiene su encanto, y conseguir una misión sin que te detecten o sin matar a nadie realmente es una experiencia notable, pero también mola estar combatiendo contra todos. Además, con las runas y los talismanes vas favoreciendo tu modo de jugar, eligiendo que poder quieres activar o reforzar.

Pero no solo es un juego que te da libertad y te ofrece diversión hagas lo que hagas. Además el juego te ofrece una ambientación soberbia. Si la historia es un cliché, su universo realmente tiene identidad propia. Es cyberpunk mezclado con cierto aire victoriano pero reconocible con sus medidas de seguridad con aceite de ballena como combustible, los tallboy que van en zancos, la arquitectura, todo está pensado para que el juego tenga sello propio. Si con los poderes nos puede recordar a la saga Bioshock, el desarrollo de niveles nos lleva a Half-Life 2. No en vano Viktor Antonov fue el director de arte tanto en Dishonored como Half-Life 2. Todo lo que podemos ver en pantalla está por un motivo, y si ves una cornisa es posible que tengas acceso a ella, aunque tengas que usar los poderes del Forastero.

Hay motivos por los que explorar el escenario. Entre ellos está encontrar los altares del Forastero

Eso si a veces es un mundo frío en el apartado argumental. Es verdad que por un lado hay una plaga y realmente me apasiona ver como las decisiones crean un efecto inmediato. Y es realista, no puedes esperar que te reciban con los brazos abiertos cuando te has pasado cortando cuellos todo el rato. Pero si me apasionan las grabaciones de Bioshock contando como era la vida de sus habitantes, aquí realmente las notas me importan poco. Tampoco ayuda que la trama sea episódica, volviendo una y otra vez donde los conspiradores para que te encarguen una nueva misión, que te den un nuevo objetivo que neutralizar. También creo que a los personajes les falta un poco de alma, siendo casi robots. Posiblemente es en los rostros de los personajes donde se ve que el juego ha envejecido. Puede que no hubiera dicho esto si esta crítica la hubiese escrito en 2012. Pero en fin, tampoco es que el juego se vea mal. Todo lo contrario más allá de estos detalles.

El juego en PS4 está disponible en una Definitive Edition bastante recomendable, que viene con unos DLC que amplían la historia. Tanto en El Cuchillo de Dunwall como Las Brujas de Brigmore controlas al asesino Daud, el hombre que mató a la emperatriz y prendió la mecha a todo. También es un elegido del Forastero, y él te dará el nombre de Delilah para que investigues. ¿Daud, el hombre más mortal del imperio rivalizando con el mismo Corvo, será el nuevo salvador del Imperio? Además incorpora nuevos poderes y la historia funciona por si sola y como complemento. Te da otra perspectiva y también sirve como enlace con la secuela. Y realmente Delilah y las brujas son realmente poderosas y fascinantes. Y la verdad es que se agradece porque el juego es corto, con pocas misiones no excesivamente largas, aunque es cierto que ofrece una gran rejugabilidad.

Sí, yo me lo pase en caos elevado. Se nota por los cadáveres


En definitiva, Dishonored es un juego que te envicia y te absorbe, que realmente te atrapa como jugador y te hace participe de su historia. Es una gozada la experiencia de jugarlo, ya sea a sigilo o a machete. El Imperio te necesita y serás tú quien, ante la atenta mirada del Forastero, quien dicte su destino final. ¿Qué harás? ¿Seguirás el dogma de Maquiavelo, o harás caso al viejo mantra del tío Ben? ¿Poder o responsabilidad?

LO MEJOR: Su diseño de niveles y su mundo abierto que permite al jugador elegir como quiere jugar. Además le hace responsable de sus decisiones, de todas sin atajos fáciles que permitan limpiar tus pecados.

LO PEOR: Algún cliché y personajes robóticos.

VALORACIÓN: 87/100

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