martes, 10 de julio de 2018

Anatomía de Grey: El Videojuego (Nintendo DS, 2009)


Versión analizada: Nintendo DS.
Otras versiones existentes: Ninguna.

Si se me conoce un poco, se sabe que soy tal vez la última persona del mundo que vería una serie como Anatomía de Grey. Lo mío es la comedia aguda y margina, el cine de autor, la música underground, y todo lo que pueda hacerme sentir superior. Un fenómeno audiovisual de la talla de Grey, con su melodrama, su folleteo descontrolado, y su público de señoras en busca de shippeo, no podría ir menos conmigo.

Por eso tal vez sea una gran sorpresa que sea fanático del show, habiendo visto ya 12 de sus 14 temporadas y con ánimos de seguir y seguir y que nunca acabe. Las peripecias de los cirujanos del Grey Sloan (anteriormente conocido como Seattle Grace, pero los accidentes de avión a veces tienen consecuencias inesperadas) son mi gasolina, y una decena de temporadas te hace encariñarte hasta de los personajes más insufribles. Hasta de Owen Hunt.


Dios, como odio a este pavo.

Viendo la portada del juego, con Izzie todavía coleando y una Lexie con un peinado estrambótico, pienso que toma como punto de partida la temporada 5. También está Erica Hahn, ese cero a la izquierda cuya única importancia en la serie es ayudar a Callie a descubrir su bisexualidad. Pero igual el fan en mí está saliendo demasiado pronto. Prometo ser imparcial.

Desconozco lo que me voy a encontrar, pero lo ha desarrollado Ubisoft, así que me espero cualquier cosa. Un menú principal como pintado por J. M. W. Turner por ejemplo.

Es feo que te cagas.

Una vez comienza el juego, la acción se desarrolla sin movimiento, como una especie de presentación de diapositivas que tal vez sea un homenaje a La Jetée pero francamente, lo dudo. El modelado de los personajes es cuanto menos deficiente, y en más de un sentido.

Se supone que esto es Meredith Grey, y no la peor figura de cera de Javier Cárdenas de la historia.

La apariencia de los personajes da igual porque de frame a frame no se parecen en nada a sí mismos. Uno de los atractivos de la serie es que la gente que se mete en las salas de descanso a frungir es muy hermosa, el pináculo de la especie humana. Aquí sin embargo no vemos al apuesto Patrick Dempsey ni a la bella Katherine Heigl. Tenemos, en su lugar, a este orangután.

El eslabón perdido.

Después de tantos preliminares, cualquiera que haya visto la primera mitad del primer capítulo de la primera temporada sabe que si Derek y Meredith coinciden solos en un ascensor, saltan chispas. Así que el juego comienza dándote la elección de decidir qué hace Meredith para convencer a Derek de que no vea un maratón de películas de Joe Pesci y que en su lugar pase la noche digamos... no tan "solo en casa". El juego nos avisa de que no hay respuestas correctas, y que el destino es inevitable y estos dos van a darle al tema aunque Meredith le vomite por la oreja. Es bueno saberlo.

Para no convertir el juego en esperar mientras dos monigotes obscenamente feos se seducen mutuamente, la elección se hace más "entretenida" convirtiéndola en un puzle. Aquí Mer tiene la opción de hacerse la interesante o de ser más coquetona, y se nos presentan dos imágenes (interesante y coquetona): debemos completar el puzle de la imagen cuya respuesta queramos dar. Es complicado, pero no más complicado que esto.

Un día cualquiera en Anatomía de Grey.

Su respuesta a ser juguetona es decirle a Derek que ella planeaba otro tipo de maratón. Uy uy uy uy, ¡normal que sea para mayores de 12!

Además de las ELECCIONES, también hay DESAFÍOS, que son para cuando Meredith ya ha decidido lo que quiere hacer: en este caso enrollarse con Doctor Macizo (no me lo invento yo, así le llamaban). El minijuego involucrado en esto es de arrastrar una fichita a una casillita, cosa casi imposible con los controles del emulador. Así que en el segundo minijuego de la historia, fracasé.

Y Mer se entristece, claro.
Así que si fallas cinco veces en estos minijuegos, tienes que volver a empezar desde el principio. No parece un juego que ofrezca multitud de opciones al usuario. No esperaba exactamente un Until Dawn, pero en fin.

Supongo que lo importante es la historia, y es que Derek quiere una relación REAL, nada de niñerías, si no quedarse a dormir en casa de Meredith que es lo que hacen los adultos. Eso y ver películas de Joe Pesci. Pero claro, Meredith siempre ha tenido problemas para comprometerse. El juego tiene una solución sencilla para estos problemas tan profundos en la psique de Meredith, que no olvidemos que se tira a George O'Malley en un momento dado.

Este gilí.

Si para darle un morreo a Derek hemos puesto el amor en su sitio, para comprometernos con el tenemos que deshacernos de la duda que nubla nuestro entendimiento. De manera literal, aparecen nubes de duda en la pantalla táctil y tenemos que sacudirlas. Es en estas circunstancias en las que aparece Cristina Yang y dice "¿¿en serio??" y acaba la escena. Ese ha sido nuestro tutorial.

WTF.

Cristina, la otra mitad de las Hermanas Retorcidas, es el personaje que necesitamos: en estos momentos de la película no tiene ni novio ni le hace ninguna falta tenerlo, así que su presencia y su negatividad constantes son un remanso de cordura entre tanto tonteo sanitario. Su historia está centrada en ser una trepa que se informa sobre como conseguir una beca para construir un corazón artificial en Holanda (y teniendo en cuenta que su personaje se marcha a trabajar con hologramas de corazones en Suiza, resulta francamente premonitorio: ¡dos países chocolateros y corazones de mentira!). El problema es que alguien escribió una carta de recomendación no muy positiva sobre Yang... ¿quién será? DUN DUN DUNNN.

¿Quién dijo que este juego era solo salseo? También hay cirugía. Hay que aprovechar la pantalla táctil al fin y al cabo.

Oh oh, algo no ha salido según lo previsto.

El tercero en aparecer es uno de mis favoritos, tal vez por su longevidad: el doctor Alex Karev. Al parecer en este momento de su vida está chiscándose a Lexie, la hermanastra pequeña de Meredith, una especie de Wikipedia andante de la medicina (de ahí su apodo de Lexiepedia) que nos fue arrebatada demasiado pronto por un avión. El problema es que Alex está profunda y locamente enamorado de Izzie, que en estos momentos probablemente esté tirándose a un fantasma porque este es ese tipo de serie.

Traicionando al personaje de Alex, que es demasiado honesto para su propio bien, decido inventarme una excusa para no repetir con Lexie después del almuerzo: mazo de trabajo, pava. La forma que decide utilizar el juego para representar esta ruptura es partiendo por la mitad una foto de ambos, en plan Sinéad O'Connor.


Lo cual no significa que no siga habiendo derecho a roce de labios.

Uno se da cuenta de que todas estas escenas pertenecen a la misma narrativa cuando Lexie y Alex llegan tarde a una clase de la doctora Miranda "la Nazi" Bailey, una diminuta afroamericana con una cantidad exagerada de mala leche, por estar haciendo manitas.

Izzie le pregunta descaradamente a George si le mola Lexie en medio de la clase, lo que desemboca en una reprimenda de Bailey, que le hace una pregunta médica que ella acierta porque es muy lista y además la pregunta la respondes tú. La paciente tiene que ir a la Bat Mitzvah de su nieta sin falta en dos días, lo que nos dice que va a morir sin remedio y que el angiograma revelará un tumor, porque siempre hay un tumor.

El siguiente dilema es quién va a cuidar del niño de Bailey porque ninguno puede y la verdad es que me estoy cansando de tanta estupidez. Al final se lo acaba comiendo Bailey porque sí, porque su marido se hace la víctima estupendamente.

Un bebé en el hospital, una paciente moribunda, dos follisqueos y una beca. ¡Estos son los capítulos de Anatomía de Grey que a mí me gustan! Justo en este instante entra un tipo sangrando y la tensión se incrementa. El paciente es actuario de seguros así que sabe perfectamente que no se va a morir todavía. Ojalá me lo estuviera inventando. El bebé de Bailey está dentro de la habitación del paciente, porque cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, y comienza a llorar. Esto se desmadra. A estas alturas solo quiero que aparezca Sloan, haga algo horriblemente inapropiado, y yo pueda terminar la crítica.

Aparece Sloan al fin con el caso de Ava, que para quien no haya visto la serie, es una paciente que recibe un transplante de cara, no recuerda quién es, se enamora de Alex, vuelve su marido, ella se escapa, se vuelve loca, y bueno, Alex traumado entre esta y Izzie, claro. Le costó mucho encontrar la paz sentimental, aunque todas de las que se enamora están casadas en secreto (en el caso de Izzie con un paciente que... bueno, si me pongo a contar no acabo).

Jolex es real, y es lo que importa.

El juego es soporífero. Los minijuegos son más apropiados para el cerebro de un ratón de laboratorio que el de una persona promedio, los gráficos son un estorbo para la vista y la historia es... quizá lo único salvable, pero solo para un fan de Anatomía de Grey que lo pueda encontrar entrañable. Es un juego que se juega por amor, amor a catorce años de tragedias, risas y pasión. 

Sloan aparece y dice "o Karev se ha puesto una buena delantera, o la que está preparando a mi paciente es Izzie Stevens". Eso es todo lo que necesito para terminar.

LO MEJOR: Que es Anatomía de Grey.

LO PEOR: Como videojuego es ébola.

VALORACIÓN: 33/100. Aquí no hago valoraciones intensamente estudiadas, si no lo que me sale del papo. Así que palante.

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