Versión analizada: PC.
Decía Loquillo allá por los ochenta, "yo, para ser feliz, quiero un camión". Nunca me había parado a pensar en lo significativo de esta simple frase. ¿Qué puede aportar un vehículo de este tamaño? ¿Sirve para compensar algún tipo de carencia física o emocional? El rockero barcelonés no aclara nada en la canción, porque las otras cosas que quiere (mascar tabaco, escupir a policías, sobar a su pareja) son perfectamente factibles sin tener un camión. Para más inri, ser camionero es un trabajo tremendamente sacrificado, el equivalente contemporáneo a ser marino mercante en el siglo XVIII, pero con menos escorbuto y más posters de Pamela Anderson. Días sin ver a la familia, si es que tu vida profesional te ha permitido tener una, largas jornadas de trabajo, y el verse sometido constantemente a cierto clasismo que considera ser transportista un oficio inferior, para gente que no valía para otra cosa. Así que, Loquillo, ¿de qué vas?